Mujeres que leen, mayo 2016.
LAS GRANDES MUJERES. ALFONSINA STORNI
Nordicalibros (109 Pags.)
Para mí definitivamente el tamaño importa. También en los libros. Tengo que confesar que adoro los libros pequeños que puedo llevar en un bolso sin que me pese mucho entre todo lo que transportamos diariamente las mujeres. En este mes de mayo que ya acaba, quiero recomendar uno de las miniaturas más preciadas que pueblan mi biblioteca, y de paso hablar por primera vez en Otrasquebaileen de poesía.
Esta es una preciosa edición antológica dedicada a la obra de la poeta Alfonsina Storni (Suiza1862-Argentina 1838) Este libro constituye un ejemplo sobresaliente de belleza editorial. Nordicalibros nos acerca a las grandes mujeres con esta joya editada en 2014, donde la Ilustradora Antonia Santolaya enriquece con su dibujos unos textos bellísimos que representa el baluarte de lo que significa escribir con ojos de mujer. Vivir desde la poesía la tragedia y el gozo de la profundidad de existir y morir, tomados en sorbos.
Como todos los libros de poesía yo recomiendo leerlo en voz alta, a ser posible un sábado por la mañana, cuando no se tenga prisa: ahora en primavera sería perfecto…
Alfonsina Storni llega hasta nosotras precedida de la historia de su suicidio en 1938, donde con esta selección de su exquisita obra que recomiendo fervientemente, podemos reconocer a la persona, antes de sentirse tan profundamente defrauda con la existencia.
La escritora Clara Sánchez es la encargada de hacer el prólogo, mucho mejor que yo, por lo tanto solo me resta dejaos un aperitivo de esta delicatessen con uno de mis poemas preferidos, en homenaje a nuestras madres y abuelas.
Bien pudiera ser.
Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
De familia en familia, de mujer en mujer.
Dicen que en los solares de mi gente, medido
estaba todo aquello que se debía hacer…
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
de mi casa materna… ah, bien pudiera ser…
A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo esto mordiente, vencido mutilado,
todo esto que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.
De Irremediable , 1919