Los Testamentos, Margaret Atwood

Salamadra, 2019

Tras la exitosa novela: “El cuento de la criada” la autora canadiense sigue con su estilo propio abundando en la distopía que convierte a Estados Unidos en una dictadura teocrática, la República de Gilead, donde los úteros son propiedad estatal por el descenso de los nacimientos a consecuencia de la contaminación. En este terror de sociedad las hembras fértiles son criadas sexuales. Regresamos a Gilead, el país del terror, 15 años después. En esta ocasión son tres voces en primera persona las que se solapan: Agnes, una niña nacida en Gilead; Daisy, una jovencita que vive en Canadá, y tia Lydia, ideóloga del sistema reproductivo de la teocracia e instructora de un ejército de tías, mujeres sin descendencia, a medio camino entre terroríficas monjas católicas y agentes del KGB, que velan por la estabilidad del régimen. En el texto sus reflexiones sobre el mal y la tiranía ponen los pelos de punta, con frase como: (“Los molinos de los dioses muelen lentamente, pero muelen fino”) El mensaje de la sabia escritora de 80 años sigue siendo el mismo: cuidado con bajar la guardia. La libertad es lucha.

Apasionante lectura.