Mujeres que leen, abril 2016. Luciérnagas, Mar de los Ríos

Mujeres que leen, abril 2016.

Luciérnagas, Mar de los Ríos

EDITORIAL NAZARÍ (COLECCIÓN PARTAL)

ABRIIL 2016

fotomarluci

LUCIERNAGAS

Escribir una misma de su obra es casi un error.  Para despertar el interés por hacerlo, nada mejor que lo haga otro. Aquí os dejo la crítica de un gran poeta granadino,  Juan Peregrina, que ha tenido la generosidad de acompañarme en el nacimiento de esta mi nueva novela en el comienzo  de su andadura en ,Granada, en la Casa de los Tiros, el 7 de abril de 2016.

Pensamos llevar la luz por muchas ciudades de España. ¡Ya os llegará el resplandor! Yo solo puedo añadir a lo que cuenta Juan que estoy muy satisfecha con el resultado final.

Las Luciérnagas de Mar de los Ríos

Una novela conlleva un trabajo de invención, selección de material, escritura y corrección. Además de investigación y estudio si la novela es histórica como el caso que nos ocupa. Pero además, Mar de los Ríos sabe ocultar la erudición que adquirió en la formación del libro para que al lector no le resulte un indigesto baile de cifras, nombres, lugares…

Una novela puede ser clásica, de género, histórica, de ciencia-ficción o posmoderna, y cuantas etiquetas más pensemos: etiquetando nos relajamos, ubicamos, depositamos, inmovilizamos. Y precisamente la vitalidad de Mar de los Ríos, la misma que ha inoculado a esta obra, no permite decir que solo es una novela histórica o feminista, o metaliteraria, o sobre arquitectura, o sobre la moda del XVIII, o sobre el poder del hombre y la sumisión que la mujer debía practicar o sobre Granada… y podíamos seguir unas cuantas frases más: porque todo eso es Luciérnagas, un libro completo, global y entretenido que hará las delicias de cualquier lector o lectora que se acerquen a comprobarlo.

La historia que cuenta la novela está poblada de personajes femeninos, de lugares importantes en la historia española y de deseos de cambio. Los personajes –desde Eulalia a Sabina, pasando por Sor Adoración- son mujeres fuertes, independientes, con una realidad asumida muy potente desde el punto de vista personal: enfrente tienen una verdad diferente, que silencia a quien se sale del camino que marca la iglesia, el poder, el hombre.

La luz que desprenden los personajes femeninos que deambulan por la novela buscando la felicidad, la belleza y la certeza contrasta con el oscurantismo, la superstición y la religión extrema –hoy diríamos radical- que se practicaba contra las mujeres sospechosas de tratos con el diablo, brujería o simplemente, demasiado modernas para la época.

Lo más atractivo de la novela no es el lenguaje que Mar de los Ríos utiliza, que también, al estar plagado de palabras granadinas, andaluzas, con sabor y acento –y así lo escribe- del más puro sur, sino cómo disemina el mismo, el lenguaje, a lo largo de la historia: no se conforma con poner acción en la boca de los personajes sino que se recrea en los caracteres de los mismos a través de cómo hablan –recursos literarios que hay que conocer para poner en práctica-; no se queda en describir fríamente la vida cotidiana de esos años sino que consigue mediante reacciones de quienes hablan y escuchan, de hablar de los lugares que visitan y describir el ambiente que los rodea, completar una suerte de recorrido social de la época: el lenguaje es la herramienta que los escritores tienen para escribir: aunque parezca una perogrullada, hay quien sabe utilizarlo mejor y quien defenestra nuestra lengua. No es lo mismo contar una historia –lengua- que contar una buena historia –literatura-. Esto es literatura, una gran historia donde conocemos la sociedad que les tocó vivir a algunas mujeres –cuándo no- y descubrimos una serie de protagonistas femeninas que brillan por su dedicación personal a superarse en diferentes planos profesionales de la vida. Lo más atractivo de la novela es cómo conjuga la autora lengua, ficción, trama y desarrollo, cómo es capaz de atrapar al lector, envolverlo con literatura, metaliteratura, emoción, drama, humor y vida. Un compendio, ya decimos, un libro soberbio que hay que degustar y releer porque el placer de la relectura se consigue también con este libro, no se agota, tiene varias lecturas, la metáfora de la luciérnaga la entendemos cada vez mejor al repasar la biografía de las mujeres que aparecen en ese libro dentro de este libro que es otro de los alicientes y aciertos de la obra.

Lo que ha conseguido Mar de los Ríos es despertar la conciencia, arrancar una sonrisa y lo más importante para una novelista: entreteniendo, enseñando, deleitando.

No es fácil contar la historia que Mar de los Ríos se propuso desde un principio: Luciérnagas hay muchas, de diferentes épocas y países, pero cómo compartir sus vivencias, aventuras y decisiones ha sido un trabajo arduo, selectivo y de mucho afán por parte de la autora. Una novela así de trabajada, conlleva una disciplina que solo poseen los que con tenacidad creen en esto de la literatura, en su función de alumbrar, iluminar y acabar con las sombras. Y Mar de los Ríos lo consigue.

Juan Peregrina. escritor.

(PUBLICADO EN LA VOZ DE ALMERÍA EL 11 DE ABRIL DE 2016)

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