ARTÍCULOS, DICIEMBRE 2015: EL BALLET DE LA BELLA DURMIENTE

ARTÍCULOS, DICIEMBRE 2015: EL BALLET DE LA BELLA DURMIENTE.

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA VOZ DE ALMERÍA. SECCIÓN OJOS DE MAR (24 DE NOVIEMBRE 2015)

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LA BELLA DURMIENTE DESPIERTA EN ROQUETAS DE MAR

Y la Bella Durmiente despertó del sueño de cien años, con el beso de amor que le brindó Roquetas de Mar. La belleza sublime del ballet clásico lo hizo posible.

No hay nada más excitante que observar las caras de quien se dispone a ver un espectáculo. Nos visita en Roquetas de Mar uno de los grandes del Ballet, La Bella Durmiente, a cargo del Russian Classical Ballet. Me sorprende gratamente escuchar por doquier hablar en ruso en la sala mientras busco mi asiento. Sonrío ante los grupos de mujeres que han decidido acudir al auditorio. Pasan por mi lado niñas-hadas con sus madres y abuelas, que acuden emocionadas al espectáculo con guirnaldas en el pelo y faldas vaporosas. Qué niña no ha querido alguna vez calzarse unas zapatillas mágicas y saltar entre capas de tul… Yo fui, yo soy una de ellas…

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Y comienza la obra con la rotundidad de Tchaikovski. El argumento está basado en uno de los cuentos populares de Perrout sacado de su libro “Cuentos de mamá Oca” de finales del XVII. La música tampoco nos puede ser ajena, puesto que Walt Disney hizo una gran labor de divulgación de la literatura y la música clásica a lo largo del siglo XX.

Y con un libreto conocido, el público se puede deleitar ante esta disciplina que hace que, a través del trabajo sobrehumano, una quede envuelta por una sensación tan etérea. Incluso podemos hacer el ejercicio de imaginar cómo sería esa primera función del estreno que tuvo lugar el 15 de enero de 1890 en San Petersburgo para el zar Alejandro III, y quien sólo supo decir “Muy bonito”, ante el maestro Tchaikovski.

Pertenece a lo que hoy conocemos como “ballet imperial” y el movimiento que la vio nacer fue el Romanticismo tardío. En él los argumentos de las obras van a girar alrededor del amor; domina la fascinación por lo fantástico, los sueños, lo sobrenatural, y la bailarina será siempre la protagonista que dé vida a las obras. Sobre ella recaerá todo el protagonismo de la escena, desplazando al bailarín a un simple papel de partenaire.

Y observando a estas mujeres mágicas, es imposible no preguntarse cuándo surgirían las zapatillas de puntas. Nacen precisamente en esta época dorada de la segunda mitad del XIX. Permitirán dar al público la ilusión de que flotan en el escenario. Maria Taglioni (1804-1884) será la primera en realizar dicha hazaña con su interpretación en el ballet La Sílfife, A partir de este momento las mujeres pasarán de no tener ninguna relevancia en la danza a merecer un papel que no sólo es el principal, sino el imprescindible.

El ballet La Bella Durmiente es una de las obras más representadas y por ello uno de los más amados y reconocidos en cualquier parte del mundo. Destacar su famoso Pas de deux (paso de dos) que corresponde a la escena del cortejo de Aurora con los príncipes, y hace que la protagonista quede desnuda ante la exhibición de control y equilibrio según la coreografía dispuesta para el momento. La brillantez de una gran bailarina debe dominar con solvencia, como es el caso.

El hada de las Lilas encabeza el elenco que protege a la princesa Aurora (Evgeniya Bespalova) del hechizo de la bruja. El vigor sobrenatural de los bailarines, especialmente del príncipe Désiré (Denis Karakashev), los muestra como suspendidos del techo cuando saltan sobre sí mismos con el solo impulso de esas columnas dóricas que tienen por piernas. Y volamos a través de las sucesivas piezas musicales de Tchaikovki y de la coreografía original de Marius Petipa, hasta un final apoteósico. En él muchos más personajes de los cuentos de Perroult acuden como invitados a la boda de los príncipes.

No estoy de acuerdo con que ésta sea una obra para niños. Si se ha mimado la capacidad de asombro, si se está dispuesta a ser atropellada por la sensaciones, entonces no habrá edad, no sabremos si es de noche o de día, si estamos en la Rusia de los zares o en la corte de Luis XIV…

Y me emociona saber de la gran aportación del siglo XXI a esta versión: la princesa Aurora es la directora del espectáculo. Eso le pone la guinda al pastel de este trocito de Europa, de la nuestra, de la de ayer, de la de hoy, la que tenemos el placer de degustar: erase una vez un cuento francés con música y ballet ruso, interpretado en Almería con una sala llena de hombres y mujeres de no importa dónde… ¿Alguien da más?

MAR DE LOS RÍOS

DICIEMBRE 2015

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