ARTÍCULOS,NOVIEMBRE 2019: EL NO MORTAL (MAR DE LOS RÍOS)

El 25 noviembre se conmemora el Día Internacional  de la Violencia de Género. Nagore es un documental que ilustró uno de los actos de Diputación de Almería, de cuya proyección y coloquio escribí este artículo en La Voz de Almería.

Os dejo el texto original que espero ilustre el horror de una víctima más que ni siquiera puede ser contabilizada por cuestiones legislativas, porque no eran pareja.

 

El pasado miércoles 27 de noviembre la Diputación Provincial de Almería celebraba la última de las actividades conmemorativas del ‘Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres’

Se proyectaba en la Casa de las Mariposas el documental ‘Nagore’. La diputada de Igualdad, Carmen Belén López, acompañada de la madre de la protagonista, Asun Casasola, lideraban un interesante debate sobre la violencia de género.

Nagore’ (2010), de la directora Helena Taberna, gira en torno a la muerte violenta de la estudiante de enfermería, Nagore Laffage, a manos de un psiquiatra, ambos de la Clínica Universitaria de Pamplona, durante las fiestas de San Fermín de 2008. La madre de Nagore, Asun Casasola, es el hilo conductor del relato. Los testimonios de familiares y amigos de la víctima, así como el resumen del proceso judicial y social, nos sitúan ante el verdadero germen de la violencia de genero.

El No Mortal Esta chica de 21 años, brillante estudiante de Enfermería, decide acabar la noche del 6 de julio de 2008 subiendo al piso de un estudiante de 4º de Psiquatría de 27 años, José Diego Yllánez. Nunca sabremos qué sucede desde que pasan delante de la cámara de una entidad bancaria, la cual capta las últimas imágenes de Nagore viva, y donde José Diego la lleva entrelazada por la cintura. Lo que está meridianamente claro, y así lo corroboran todas las partes, los expertos y el propio cadáver de la chica, es que la cosa se tuerce. Nagore decide que no quiere estar más en ese piso, en esa compañía e intenta marcharse. Nunca lo consiguió. El sujetador, el pantalón, la cadena del cuello, la cinturilla del pantalón, todos estos enseres personales de la víctima se encuentran partidos, alguno como las bragas, por tres sitios. El cadáver presenta multitud de contusiones externas e internas y el dedo índice de la mano derecha aparece amputado y en una bolsa aparte. El asesino la apalea, no la viola, la estrangula, le corta un dedo y la mete debajo de la cama envuelta en bolsas de basura precintadas con cinta aislante. Después se marcha a trabajar al hospital 50 minutos después de la hora del crimen. Así lo demuestran las cámaras cuando coge el ascensor, perfectamente vestido de médico. Antes de expirar, Nagore debió de quedar desmayada en el suelo, al borde la muerte y tiene fuerzas para llamar a emergencias desde el móvil del asesino que dejó a su alcance, seguramente pensando que ya había muerto. Ella susurra con un hilo de voz: “Muerta… me va a matar.” La madre de Nagore, Asun Casasola, nos da la clave en el debate posterior a la proyección: “A este hombre le habían dicho en su vida muy pocas veces que no.”

Muerta de saldo Las injusticias legales se suceden en un juicio, una vez se produce la principal, que un chulo de la peor calaña que pesa 20 kilos más que tú, decida que no sales viva de su casa. No perdamos de vista que el asesino es psiquiatra. Y así reducen a saldo el precio que le cuesta a José Diego Yllánez su muerta: 9 años de cárcel y 126.000 euros. 1. No se le puede juzgar con la Ley de Violencia de Género de 2004 porque no se demuestra que tengan una relación sentimental. 2. Es juzgado por un jurado popular que concluye que aquello es homicidio, no asesinato. 3. El alcohol aparece como reductor de la pena. 4. El dinero también, si el asesino lo deposita, rebaja la condena. Total, la pena pasa de 15 a 12,5 años, de los que cumple 9 por buen comportamiento. Y este elemento subversivo ya lleva un año en la calle. Se sabe que está ejerciendo de psiquiatra.

Después Asun ha visto 193 veces el documental. Afirma que ha tenido suerte como madre de que alguien quisiera contar la historia de su hija, porque a ella le sirve de terapia, se siente útil dentro de su desgracia. La llaman de muchos institutos. Le encanta que los chicos y chicas le hagan preguntas después de ver el documental.

Y falta mucho camino por andar para erradicar esta lacra social tan arraigada en nuestra sociedad: la violencia machista en todas sus formas posibles. Habita entre nosotros aunque muchos se esfuercen en mirar para otro lado cuando las 1.028 víctimas les gritan desde la silla de ruedas de las que aún tienen voz.

MAR DE LOS RÍOS

30/11/2019

LA VOZ DE ALMERÍA

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