OJOS DE MUJER, MARZO 2019: NUNCA EL SILENCIO (TEATRO -DANZA, LA CONFLUENCIA)

NUNCA EL SILENCIO. CONCHA ROBLES

Obra de teatro-danza

‘La Confluencia’

Actriz y bailarina: Leticia Valle.

Directora y dramaturga: Ascensión Rodríguez

Flamenco: Rocío Zamora y Gabriel Pérez

Música electrónica: Juan Manuel Cidrón

Audiovisuales: Daniel Ortega

Sonido: Chencho Nzo

Texto: Mar de los Ríos

Leticia Valle en cuatro momentos claves del espectáculo.

El equipo de ‘La Concluencia’ saludando con el teatro Apolo puesto de pie en el estreno de: ‘Nunca el silencio’

El viernes 15 de marzo se agotaban las entradas en el Teatro Apolo de Almería según la expectación despertada con la obra ‘Nunca el silencio’, mi primera incursión en el teatro de la mano de la compañía de teatro-danza ‘La Confluencia’. Uno de mis relatos de ‘Con el viento en los zapatos’  sirve de base para construir un todo poderoso que queda a cargo de la actriz-bailarina Leticia Valle. El espectáculo pone en pie la dramatización de la vida y trágica muerte de la actriz Concha Robles (Almería 1887-1922) asesinada por su exmarido en el Teatro Cervantes, el 21 de enero de 1922.

Contemporáneo La pieza comenzaba con una música electrónica de Juan Manuel Cidrón, que representa el homenaje de la época actual ante la valentía de una mujer de hace un siglo, quien levanta la cabeza ante el maltrato e intentaba redirigir su vida desde la libertad, volviendo a las tablas con la obra: ‘Santa Isabel de Ceres’. “Siempre te querremos, Concha”, fue la pintada a modo grafiti con la que se cerraba la primera parte, acompañada con danza contemporánea.

Texto dramatizado La segunda parte del espectáculo comienza por exponer parte del texto que Concha Robles le dio tiempo a interpretar a su público de Almería, el fatídico día de su asesinato a manos de su exmarido, Carlos Verdugo. Después se hilaba con mi texto dramatizado, a cargo de la dirección y adaptación de Ascensión Rodríguez. Este se centra en la  reflexión de la actriz en su camerino, rememorando su vida de maltrato e intentando ilusionarse con su nueva etapa, a través de la concesión de su demanda de separación. La Guajira bailada por Leticia Valle y la pieza de danza contemporánea dedicada a la angustia de vivir sin respirar como víctima dejan al tiempo sin aire a la platea. Impresionante el trabajo físico y anímico de Valle, acompañada otra vez por la frialdad de la música electrónica.

Flamenco La muerte de Concha Robles, con dos tiros entre bambalinas por parte de su ejecutor, da paso al tango final, emocionante y esperanzador, personalizado en la voz de Rocío Zamora y en la guitarra de Gabriel Pérez. El apoyo audiovisual a cargo de Daniel Ortega fue un punto decisivo para rematar el mensaje de esperanza. Una veintena de mujeres, bailando la rabia del asesinato desde la pantalla, resucitan al fantasma del Cervantes para siempre y lo convierten en la mujer vencedora. El Teatro Apolo puesto de pie, arropó con su atronador aplauso el gran trabajo estrenado esa noche. Sin duda asistimos a la andadura de una obra que dará mucho que hablar. Enhorabuena a la labor artística y coral de ‘Nunca el silencio’ de la que he tenido la suerte de formar parte, y en particular a  Leticia Valle, quien defiende en solitario por primera vez en su carrera con tanta solvencia, una puesta en escena de este calado.  “Apostaste y luchaste por una nueva vida con dignidad y eso siempre es ganar, Concha Robles. Nunca el silencio”.

MAR DE LOS RÍOS

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