MUJERES QUE LEEN, NOVIEMBRE 2015: OCHO CENTÍMETROS (NURIA BARRIOS)

OCHO CENTÍMETROS. NURIA BARRIOS

(EDITORIAL PÁGINAS DE ESPUMA 2015)

OCHOC

 

Ella toca todos los palos de las letras y todos lo maneja con destreza, como acredita su denso currículo al alcance de todos gracias a internet. Nuria Barrios ha publicado con enorme acogida, obras de casi todos los géneros en las mejores editoriales, a lo largo de los últimos dieciocho años.

Ocho centímetros, si no me equivoco, es su última obra. Es un libro perfecto para acercarse a nuestra autora. Deliberadamente soy muy mala para etiquetar, y no sabría decir desde mi perspectiva si es una novela dividida en capítulos interconectados o es un libro de cuentos con vocación de novela corta.  Esa cuestión es intrascendente para los lectores y primordial para las editoriales…  Pero sí, venga,  es un libro de cuentos.

Para empezar tiene un tamaño perfecto para llevar en el bolso, tiene 178 páginas de texto que lo hacen de esos que se pegan a la mano, que puedes retomar en cualquier momento del día. Para mi gusto esto nos lleva a cumplir con el primer requisito para comprarlo: es lo que se llama empezar bien. ¿La ventaja de ser once cuentos? Que se puede abrir el libro por donde quieras y zamparte uno de ellos sin necesidad de ir en orden. Te sentarán igual de bien, aunque el orden sugerido garantiza detectar el lazo común que llevan a algunas historias de la mano.

El libro comienza con una cita de Elaine Scarry muy bien escogida:

El dolor no tiene voz pero cuando encuentra una, comienza a contar una historia.

         Nuria sabe moverse perfectamente entre el dolor y el amor, sabe escoger las voces del sufrimiento con ojos de niña y transformarlo en risa. Porque la risa cura, es un bálsamo para el alma… Baila con destreza entre las olas de nuestro mundo contemporáneo, saltando de escenario en escenario con un ritmo bien trazado y con esa lente de mujer observadora con ganas de aspirar la belleza entre las grietas, y eso: se tiene o no se tiene. Se llama sensibilidad.

Nuestra escritora de noviembre domina y utiliza las metáforas de un modo directo, construyendo algunas que se clavan en el corazón y que yo al menos tengo la necesidad de escribir en el móvil para no olvidarlas, cuando me siento ensartada por una de ellas. Rescato un ejemplo por su impacto, a propósito del pensamiento que todos hemos tenido cuando visitamos a un enfermo terminal al que amamos profundamente y que sabemos que se nos va:

¿Por qué ella? Nos íbamos a casa huyendo del frío aliento del azar.

         Me sorprende que en la contraportada figure una frase sin firmante, a modo de crítica literaria favorable:

…tiene la extraña capacidad de resultar igual de creíble cuando narra con voz masculina que cuando narra en femenino…

         ¿Sorpresa disfrazada de crítica positiva ante una buena escritora que sabe manejar las voces de género y tantos otros recursos? En fin…

         Nuria domina la ironía que es también una virtud atribuida al lenguaje basada en el sentido del humor. La ironía da mucho color.

Es una verdad nacida de dos verdades contrapuesta cosidas con humor, que componen otra distinta igualmente relevante en sí misma. (Algo así afirmaba Jane Austen a propósito de la multitud de críticas que recibió en su época de un sector singracia que creía estar afeándole con ello la obra a quien sabe enriquecer el relato precisamente con la ironía)

Pero no quiero desvelar más de Ocho centímetros, tan solo recomendar vivamente su lectura, reconociendo que ha sido uno de mis libros favoritos del 2015 y estoy segura que de otros muchos lectores.

Lo que digan rancios jurados con dudoso sentido del humor, entre otros muchos sentidos, no debe achantarnos. Aunque la costumbre de no tener en cuenta a las escritoras entre sus destacados del año, concretamente a las buenas como Nuria, no convierte las injusticias en justicias.  Dejar de ser las eternas invisibles depende en parte de nosotras. (No sé qué parte exactamente, pero aquí estamos)

En cualquier caso, por eso debemos saltar a la pista y bailar.

Y aunque estos dilemas de factoría poco interesa al lector y a las lectoras ávidos de buenas historias como Ocho centímetros, mucho menos a las escritoras autenticas como es Nuria Barrios, sí debemos de tomar conciencia de que el mundo de hoy debería de tener mucho más espacio que el dedicado actualmente al sitio donde se expone el sentir artístico femenino.

Enhorabuena, Nuria.

Seguiremos hablando de tu obra en Otras que baileen porque tú eres parte de nuestra música.

MAR DE LOS RÍOS

NOVIEMBRE 2015

nuriabarrios
Con Nuria Barrios y Emilia Recio, del Centro Andaluz de las Letras, en 2011 en la presentación de su hermosa novela: El alfabeto de los pájaros (Seix Barral), en el Museo Arqueológico de Almería. Una escritora de las de bandera y una excelente conversadora, con el sentido del humor a flor de piel.

                                                     

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